miércoles, 6 de noviembre de 2013

Una extraña enfermedad (V): El final

"Cirus alzó el escudo justo a tiempo para oír el chirrido de las garras sobre el acero, un ruido largo, interminable, mientras hacía acopio de toda su fuerza para soportar la embestida.

Agarró bien la maza y lanzó un golpe salvaje sobre la criatura, alcanzándola en pleno rostro (si a eso se le podía llamar así). Su chillido de dolor y la sangre negra que le salpicó la cara fue reconfortante: si sangra puede morir, era su lema en este mundo infectado de monstruos.

Había sido un camino muy largo para llegar ahí. Su cuerpo, surcado de heridas, así lo atestiguaba, pero sobre todo la muerte de Dustin, un joven lleno de vida que había dado su último aliento hasta el final, le daba fuerzas para no hincar la rodilla ante el horror que tenía enfrente.

El demonio que había acabado con un mago tan poderoso como Acbar no era tan temible como había sospechado, aunque sin duda era peligroso, sobre todo por llegar desde el plano de la enfermedad, tal como había dicho Eelasom tras estudiar las notas del hechicero. 

Ahí volvía. Tras recuperase del golpe la criatura reanudaba el ataque. Era alta como un humano, con alas de ave pero completamente negras y corruptas. Sus patas, como las de un reptil, tenían las rodillas hacia atrás, y unas largas garras, antinaturalmente largas, rezumaban un líquido viscoso que al caer en la hierba la convertía en un punto marrón, muerto, al instante. Su cara se asemejaba a la de un buitre, pero de un color grisáceo y con una boca llena de colmillos bajo una mirada de ojos rojos y que parecían albergar odio y rabia.

Cirus buscó la iniciativa para sorprender pero fue un error, ya que golpeó en el vacío y el demonio, rápido y letal, le desgarró el costado de arriba a abajo.
Dio un paso atrás y echó un vistazo a la herida, pero no era tan grave como temía. Lo peor llegó después.
Notó como las fuerzas le fallaban, ya que un intenso malestar comenzó a apoderarse de su cuerpo y sentía como si le atravesarán la espina dorsal con un hierro incandescente.


Una foto de la partida

Casi perdió el conocimiento, pero para momentos como ese le había preparado el maestro Domus en el templo de Velex de Robleda, por lo que tras un instante de plena concentración y una plegaria pidiendo fuerzas para combatir el mal, notó como la nube roja que comenzaba a ver ante sus ojos se disipaba, justo a tiempo para apartar con su escudo al demonio, que volvía a acabar con el trabajo que había empezado.

Un momento de desconcierto el de aquella criatura que fue aprovechado por Hyrax, que había sabido esperar su momento para, deslizándose hábilmente en medio del combate, clavar en el estómago del ser su daga y desgarrarlo de abajo arriba, dejando a la criatura convulsionándose en el suelo hasta quedar inerte y convertirse en ceniza.

Hace un par de semanas volvimos a las andadas con nuestra partida. Por fin se acabó el módulo de la 'Extraña Enfermedad', diseñado para una sesión pero que nos ha durado cinco, ya que nos tomamos el rol con calma, explorando cada rincón y charlando entre espadazo y espadazo.

Ahora, nuevamente, tendremos otro 'parón', mínimo, hasta la semana que viene, ya que nuestro amigo Cirus se encuentra en la mayor de las aventuras, su 'luna de miel'.

La próxima aventura será Ig-Nagor, del maestro El Contemplador. Una aventura que al que suscribe le gusta especialmente. 


Portada del excelente módulo

lunes, 14 de octubre de 2013

Una extraña enfermedad (IV): Acbar.

Eelasom no se lo podía creer. Después de tantas penurias, arañas en el bosque, necrófagos en la torre y hasta un gusano gigante en el sótano que habían acabado con la vida de Dustin, se encontraba ante el cadáver del poderoso hechicero Acbar.

Su laboratorio tenía un olor extraño, una mezcla entre descomposición y algo parecido al azufre. El círculo de invocación en el suelo le había alarmado, pero más aún ver qué había sido capaz de acabar con Acbar, reconocido no sólo por sus conocimientos sobre todo tipo de enfermedades, la gran mayoría 'aparentemente' incurables, sino por su magia.

Vista aérea del laboratorio de Acbar

Pero ahí estaba. Consumido, marchito, como una uva pasa, rodeado de sus libros, tarros que contenían todo tipo de fragmentos de especímenes desconocidos flotando como fantasmas en frascos de cristal, agarrando con una mano escuálida que parecía una rama seca su diario, en donde contaba cómo llevado por la desesperación había invocado a un poderoso demonio cuya sangre era el ingrediente definitivo para curar cualquier tipo de enfermedad. Pero no había vivido para contarlo.

Salió brevemente de su estado de estupefacción. Hyrax caminaba por la habitación mirando aquí y allá buscando algo útil que llevarse al bolsillo. Aparentemente no parecía impresionado por haberse enfrentado hace sólo unos instantes al guardián de la puerta. Sabía que había una trampa, pero no imaginaban que un guerrero envuelto en llamas les saldría al paso. Afortunadamente habían logrado librarse de él (¿seguiría esperándoles abajo?), pero aún notaba el escozor del filo de su hacha incandescente en su costado.

Cirus, por contra, estaba sentado en lo que debía ser el escritorio de Acbar, pensativo. La muerte de Dustin le había impresionado profundamente. Aunque lo conocían desde hace poco más de dos semanas, cuando lo contrataron para guiarlos por el Bosque de las Arañas, era muy joven, lleno de vida y les había ayudado a acabar con los peligros que le habían salido al paso hasta el final, cuando ese gusano les había paralizado a todos con sus horribles tentáculos y sólo Dustin osó enfrentarse a él. Cuando Cirus salió de su estado y pudo acabar con la criatura con un excelente golpe, letal, ya era demasiado tarde, y sólo pudo arrebatar de sus deformes fauces el cuerpo inerte y desmembrado del joven explorador.

Dustin en su cara a cara con el gusano que acabará con su vida


Lo superaría. Era un seguidor de Velex. Estaba preparado para eso y mucho más, ya había visto caer a más compañeros en la batalla. Así es la guerra. Pero parecía sentirse en parte responsable de cada uno de ellos, sobre todo por ser el más capacitado para el combate después de que Yara hubiera decidido no seguirles en esa ocasión y quedarse en Robleda.

Pero, ¿sería capaz Cirus de enfrentarse a un demonio llegado desde el otro plano? Había observado el círculo de invocación atentamente, pero sus conocimientos sobre demonios era muy limitado, por lo que tendría que buscar en la biblioteca de Acbar algo que les pudiera ayudar para acabar con la criatura que les esperaba en la sombra. 

Los aventureros, antes de bajar al sótano, durante la partida.

El pasado viernes tuvimos una nueva sesión de Aventuras en la Marca del Este. Esta vez estrenamos el atrezzo del recién adquirido Heroquest, por lo que los escenarios ganan en calidad, y si bien se tarda un poquito en montarlos, los jugadores lo agradecen, y ahí están las imágenes para comprobar el excelente resultado.

La muerte de Dustin, ojo, un PNJ, ha dejado al grupo bastante 'tocado', sobre todo en lo referente a recursos. La baja de Z., la guerrera del grupo y que por motivos de trabajo no puede incorporarse, les deja sin poder ofensivo, y el clérigo de J. no puede pelear por todos.

Esta semana parece ser que no habrá partida, ya que tenemos a A., nuestro mago, en otra aventura particular lejos de los dados y las figuritas de plástico. ¡Mucha suerte!

domingo, 13 de octubre de 2013

Volviendo a los orígenes

El que suscribe fue invitado en la noche de ayer a tomar unas copitas en casa de Jmi con la condición de echar una sesión al recién adquirido Heroquest.


Mi punto de vista, ayer.

Aunque tengo en mi posesión el excelente Descent: Journey in the Dark editado en España por Edgeent, el cual es muy superior en todos los aspectos, hay que tener respeto por los mayores, y ese aire 'añejo' que desprende este mítico juego, fundamental para todos aquellos que podamos presumir de tener juego de estrategia en la estantería, es sin duda su punto fuerte.


Como veis el Descent es mucho más completo.

Como sabéis el juego, con miniaturas, consiste en explorar una mazmorra o dungeon ante el acoso de criaturas que controla un jugador que asume el papel del 'Malvado Brujo', en este caso Bruja.

Fue una sesión muy divertida, hasta las tantas de la mañana y soportando las acometidas de Orcos, Femirs, Goblins y demás criaturas con nuestros escasos recursos. 

Habitación atestada de monstruos. 

El final de la partida, con varias copas encima y al borde de la muerte, fue épico, y acabamos todos con la satisfacción de la supervivencia ante la dulce frustración de la malvada bruja. Quizás las copas con las que 'aderezamos' la noche también pudieron colaborar para que fuese un encuentro vetusto de categoría superior. 


El dedo fatídico de la 'Malvada Bruja', cuya identidad no revelaremos por temor a futuras represalias. 

PD: Tenemos pendiente publicar la entrada de nuestra sesión del pasado viernes con Aventuras en la Marca del Este. Épico. 

miércoles, 9 de octubre de 2013

El paquete H.

Domingo 29 de Septiembre de 2013 - 19:00 Hora Zulu.

El agente K recibe un mensaje de D. Lo ha localizado: Una reliquia en excelentes condiciones de conservación. Parece una oportunidad irrepetible, y se puede obtener a un precio muy interesante sin prácticamente negociar. El intercambio de mensajes se vuelve frenético mientras se trata con el vendedor. Finalmente, se cierra la operación, y el paquete es enviado al piso franco del cuerpo de inteligencia de los vetustos. Hoy se ha producido la entrega...

Tras este pequeño y misterioso preámbulo, desvelamos el contenido del paquete: ¡Un Heroquest en excelente estado de conservación!


Imagino que habrá quien no sepa qué es esto. En ese caso, resumir que es un juego de tablero mítico para los que nos gustan el rol la fantasía épica de espada y brujería. Uno de los jugadores tomaba el papel de director de juego, y el resto escogía entre ser el bárbaro, el mago, el enano o el elfo, y se adentraban en las cavernas y mazmorras que representaban el tablero de juego y su escenografía. Los personajes controlados por los jugadores debían cumplir alguna de las misiones que se describían en el manual del juego. En aquel entonces, esto era más grande que las videoconsolas.

El contenido de la caja, al abrirla huele a historia...
¿Y por qué hablamos ahora de Heroquest? Muy sencillo. Tiene un buen puñado de figuras y escenografía (firmadas por Games Workshop nada menos) que se adaptan de forma excelente a nuestras necesidades rolísticas. Y qué demonios, porque es una leyenda de los juegos de mesa de fantasía, y la colección de D no sería lo mismo sin él.

Contemplad el mito.
"¿Qué es esta brujería que me retiene? ¡Liberadme!"

Dentro de poco le vamos a dar uso extensivo al contenido de la caja y, quién sabe, puede que nos echemos unas partidas, por los viejos tiempos. Os dejo con una imagen del regocijado D. Nos vemos por aquí, amigos.

"¡MWAAAAAAA-HA-HA-HA-HA-HA-HA-HA-HA-HA-HA!"

domingo, 6 de octubre de 2013

Al otro lado

Anoche el que suscribe se pasó al 'otro lado' y se enfundó en la sufrida piel del PJ. Partida de La Marca del Este dirigida por el maestro Jmi.
Gracias a él conocí este juego, el cual se ha convertido en uno de mis preferidos (ahora de moda), enamorados ambos por su simpleza y por dar tanta carta libre a master y jugadores, como a nosotros nos gusta.

Es difícil decidir si un master es bueno o no. Todo radica fundamentalmente en el estilo que prefiera el jugador, pero sí creo que es interesante sacar de cada uno lo que más te gusta o convenga a la hora de dirigir una partida.

Jmi, inmortalizando la escena en la sesión de anoche


Como he jugado con Jmi a todo (su marca de la casa y que lo identifica como rolero vetusto de lujo es que su gran especialidad y pasión es el mítico Runequest), puedo decir que más o menos le conozco, y si algo trato de 'imitarle' a la hora de dirigir mis partidas son dos cosas: su enorme entusiasmo, viviendo cada momento como si fuera el último; y la máxima, de la que soy un fiel seguidor: no dejes que las reglas estropeen una buena escena.

¿Qué más da si el ataque hace más uno o más dos? Si el jugador o el máster han de mirar en un momento clave el reglamento, justo cuando el ogro está levantando su maza sobre la cabeza para moler tus huesos, la magia se disipa y el rol pierde el sentido.

Lo mejor de todo es que Jmi se unirá a nuestro grupo de rol y será él el que pase al 'otro lado', espero que con buen resultado.

¡Bienvenido maestro!

miércoles, 2 de octubre de 2013

La aventura, en imágenes

"Oye Antonio, documenta esto". Eso es lo que me pidió D. El día que me volví a sentar a jugar a rol, allá por Enero de 2013. Hacía literalmente años que no tenía delante una ficha de personaje, y aunque ya había estado en partidas donde se usaban miniaturas para representar la acción, nunca se nos ocurrió fotografiar las escenas que se sucedían sobre el tablero.

Dado que hoy en día muchos teléfonos cuentan con una cámara decente, la herramienta necesaria ya la tenía a mano. Si a esto le añadimos que se pueden editar las fotos sobre la marcha en la misma pantalla en la que acabas de tomarlas, ya estaba todo dicho. La escena estaba montada, y este fue el resultado.

... Dejando un reguero de enemigos vencidos...

Desde entonces, es tradición que vaya haciendo fotos de las partidas, intentando captar las escenas y la acción de los momentos más relevantes, el mapa que se va desvelando, e incluso anécdotas como la de la foto de abajo, en la cual uno de los gatos de D y Z, Endor (ya sabéis dónde estáis), decidió ocupar el lugar del Dungeon Master. Memorable.

¡Endor es el Master!

Una vez dicho esto, yo no soy fotógrafo, pero me gusta hacer fotos. Uso los medios más sencillos a mi alcance para retocar las imágenes, sin grandes complicaciones, y toda mi intención es que estos documentos gráficos nos recuerden los buenos ratos sentados a la mesa de juego, y que podamos compartirlos con aquellos de vosotros que ahora mismo estáis leyendo estas líneas. Espero poder seguir haciendo fotos cada vez mejores, lo cual será señal de dos cosas: La primera, que habré aprendido a manejar mejor una cámara; la segunda, que seguimos jugando. Más abajo os dejo algunas fotos más, ¡gracias por la visita!

Esa esquiva cara del dado...

¡El Prior demente ataca!


Superados en número
"¡Perdón, no quería molestar!"
"Creo que no hay peligro..."


lunes, 30 de septiembre de 2013

(III) Una extraña enfermedad: el poder de Vélex

"¡Atrás, atrás!" Gritaba Hirax mientras subía la estrecha escalera de piedra chocando contra paredes y compañeros.
Cirus, que se había quedado en primera línea, aún se preguntaba qué demonios pasaba cuando se le echaron encima un grupo de seres con aspecto levemente humano, apestando a muerte y descomposición, e instintivamente levantó su escudo pues sabía perfectamente a lo que se enfrentaban: devoradores de cadáveres. Y eran demasiados.

Cómo habían aparecido, no tenía ni idea, pero por el rabillo del ojo observó la sala que daba al piso inferior de la torre y que el armario que habían colocado como obstáculo no había valido absolutamente para nada. ¿Unos necrófagos saliendo de un sótano? Ahí no debía de esperarles nada bueno.

Estaba en problemas. Normalmente uno de esos monstruos no habría sido un problema para él, pero eran cuatro y para colmo estaba bloqueando el paso a sus compañeros.
Desvió un par de golpes, atacó con su maza a uno de ellos, observando cómo su arma emitía un reflejo rojizo, apagado pero claro síntoma de que era el mejor aliado que tenía en esos momentos contra el enemigo. Y lo sintió. El dolor era insoportable y curiosamente quemaba. Uno de esos seres había encontrado un resquicio en la armadura del brazo y mordía con odio. Ahora sí que estaba en problemas.

Trató de resistir pero era imposible. Rápidamente empezó a dejar de sentir cada parte de su cuerpo y observó impotente cómo quedaba paralizado, sin poder moverse, mientras los ojos inyectados en sangre de los ghoules parecían expresar triunfo. La comida estaba servida.

Dustin acudió con su espada y empezó a lanzar estocadas sin éxito y corriendo la misma suerte que
Ilustración del Códex La Marca del Este
Cirus. Detrás apareció Eelasom con su bastón, tratando de atraer la atención de los necrófagos, mientras que Hirax hacía también acto de presencia buscando un enemigo al que abatir. 
Esos monstruos no eran tontos, apartaron tanto a él como al inmovilizado Dustin a las sombras para dar cuenta de ellos más tarde, y se enfrentaron a sus compañeros.

El cariz que tomaba la situación era desalentador. Sin el espadón de Yara con ellos y él completamente fuera de juego, la supervivencia de Eelasom, agotado tras un día de exploración y Hirax, que aún lucía escarcha en la cara tras haber soportado de milagro el poderoso conjuro de protección de la sala de arriba, estaban en serio riesgo, por lo que se encomendó a Vélex y rezó una muda oración.

No sabía si su dios le había oído o es que los efectos de la parálisis comenzaban a disiparse, pero conforme fue sintiendo fuerzas se colgó lentamente la maza al cinto, agarró el medallón que le colgaba del cuello y, primero casi en un susurro y después con una voz que sonaba como un trueno, invocó el poder necesario para expulsar a los necrófagos, que asustados y sorprendidos huyeron despavoridos ante las palabras del clérigo:

-¡Oh Vélex, invoco el poder que me has otorgado para devolver a la sombra esta amenaza. Yo te lo pido, concédemelo para seguir combatiendo ante un nuevo día!

Cirus sabía que volverían. Una vez que han probado su presa no la olvidarían. 
Agarró de nuevo el mango de la maza, con rabia y miró hacia la puerta por donde habían huido hacia el exterior. 
La próxima vez no le sorprenderían ni dejaría cabos sueltos".

El viernes tuvimos nueva sesión de rol. La principal novedad fue que hicimos uso de las maravillosas piezas de DungeonSpain.
Aunque somos vetustos y sabemos lo que es convertir un trozo de papel o pizarra blanca en un peligroso Dungeon en nuestra imaginación, el ver sobre la mesa, entre fichas, cervezas y dados, las habitaciones de la torre en tres dimensiones, gracias también a las piezas del maravilloso juego de mesa Descent: journey in the dark, fue estupendo y lo pasamos en grande, a veces más pendientes y entretenidos con el montaje que con la partida en sí.

Hyrax, en plena exploración

Esta semana estamos pendientes de que nuestros compromisos nos dejen un rato (o no) para continuar con la aventura y seguir explorando la Torre de Acbar.

viernes, 27 de septiembre de 2013

(II) Una Extraña Enfermedad: la torre de Acbar


"Hirax no las tenía todas consigo. Observaba la torre, negra y sombría, sin ventanas y vieja, muy vieja, como el dedo de un esqueleto apuntando hacia arriba, y en ese momento tuvo la absoluta certeza de que nada bueno les esperaba ahí dentro.

Echó un vistazo atrás. Escondidos entre los árboles distinguió a Cirus y Eelasom. Dustin se había retrasado unos metros para comprobar que nadie ni nada les seguía tras el desafortunado encuentro de la noche anterior. El combate contra aquellos monstruos de innumerables patas aún le hacía estremecerse. 


Después de tantos días caminando por un bosque sin luz, con las copas de los árboles cubriendo el cielo, el encontrarse de pronto en ese claro con la torre como única edificación en un islote de árboles talados le producía una gran inquietud.

Por eso se acercaba a paso lento, mirando atentamente el suelo sin querer producir ni el más mínimo ruido, lo que consiguió, ya que llegó a la fría piedra de la torre sin ser descubierto. Al menos eso pensó al mantenerse la escalofriante inquietud. 

Espalda contra pared fue avanzando poco a poco, atento a cualquier ruido, hasta que llegó a la puerta, en donde vio el cadáver.

Le sorprendió ver que estaba carbonizado, en una postura imposible, y a su alrededor sólo había trozos de madera negra, esparcida por aquí y por allá, ante la única entrada a la torre.
Sus ojos expertos observaron el cuerpo. Pudo distinguir a duras penas el roble bordado en su pecho, y no le cupo duda que era uno de los miembros de la expedición de Robleda que se había adentrado en el Bosque de las Arañas.

Tras echar un breve vistazo al interior del edificio, sólo vio un pasillo negro, y al tratar de oír algún sonido no logró apreciar nada, por lo que a base de gestos llamó a sus compañeros, que se acercaron haciendo más ruido del que él hubiera deseado.


Cirus, con su maza bien agarrada, observaba alrededor mientras Dustin intentaba buscar en el suelo alguna pista de lo que pudiera haber ocurrido. Eelasom miraba atentamente el cadáver y después a la puerta, brotando de sus labios, como un susurro, la respuesta a la pregunta de qué había ocurrido con ese pobre infeliz: "magia".


Sobresaltados ante las palabras del mago, todos se observaron atentamente y, como siguiendo una señal invisible, miraron hacia el interior de la torre.

Los horrores vividos en el Bosque no eran nada con lo que les esperaba en el interior de la torre del hechicero Acbar".

Esta noche jugamos la segunda de las partidas del módulo de Una Extraña Enfermedad. Para esta ocasión la guerrera Z. volverá a estar ausente, por lo que B., J. y A. se las tendrán que ingeniar de nuevo con el PNJ Dustin para salir lo mejor parados posibles. Tras sufrir muchos daños contra las arañas y los ciempiés gigantes del viernes pasado, lo verdaderamente 'bueno' llega ahora.



lunes, 23 de septiembre de 2013

(I) Una extraña enfermedad: el Bosque de las Arañas


"Cirus maldijo entre dientes y pronto pidió perdón a Vélex por su impertinencia, rezándole una plegaria rápida para justificarse.
Además del calor horrible y húmedo que soportaban desde hace un par de días, y de haber caminado casi en la oscuridad siguiendo las indicaciones de Dustin, poniendo su vida en las manos de un chaval al que no conocía de nada una semana atrás, este lugar le daba más mala espina que el resto desde el principio, justo cuando en el silencio total del bosque lo único que se oyó fue el crujir de la calavera reseca en su pie.

Desde entonces caminaban bien juntos, atentos a todo lo que les rodeaba, siempre con la sensación de que les observaban miles de ojos sin párpados, gordos y repugnantes, bien agarrado a la maza y al escudo, y sin querer optar por coger el amuleto de su dios y rezarle pidiendo un milagro.

Pero no. Para eso se había preparado dese niño en el templo, para combatir el mal y sus criaturas. Unos se inclinaban por la oración y otros, los seguidores de Vélex, por plantarle cara y destruirlo.

Pero por mucho que intentaba pensar, no acertaba a recordar cómo se combatía contra ese monstruo que bajaba lento, desde el techo del bosque, como un horror que brota sin avisar desde la peor de las pesadillas.

Había vistos arañas grandes, sí, y las había combatido, pero esa que descendía con una seguridad espantosa colgada de una telaraña gorda como el cabo de un barco era enorme, y sus ojos rojos como la sangre y su boca que rezumaba un veneno denso, azulado, no le inspiraban la más mínima confianza.

 Echó un vistazo atrás, a sus compañeros. Tras un rápido análisis sin duda era Eelasom el que tenía peor cara. Era un genio, nadie lo dudaba, un erudito y sus conocimientos eran muy bien recibidos tras la caída en desgracia de Eleor en la mina de Rhaymir. Pero pocas veces había salido de la biblioteca y se agarraba a su bastón como si esperase que le ayudara a huir de ahí cual escoba de bruja de cuentos.

Hirax, por contra, se aferraba a su ballesta y miraba a la araña con más curiosidad que terror. A pesar de su juventud había vivido ya situaciones desesperadas, como en la torre del Gran Pantano, en donde colgó casi inerte de una guadaña que le atravesó el costado, y también había 'saboreado' el veneno de araña en Rhaymir, que aunque no le mató si le dejó secuelas por todo su cuerpo y ánimo.

Suspiró. Echó de menos más que nunca a Yara, pero sobre todo a su espada. La primera vez que la vio pensó que no era apropiado que una mujer fuera el brazo fuerte del grupo. Sin embargo, decenas de víctimas después (aún recordaba cómo de un tajo acabó con el terrible jabalí sobre el que montaba un sorprendido Diente de Lobo, el gran trasgo de la compañía del Ojo y la Daga) se había vuelto de total confianza, y de ahí el desasosiego por su ausencia.


¿Y Dustin? El pobre infeliz colgaba de la tela de araña y se debatía inútilmente contra la trampa mortal. Estaba acabado. Puso un precio alto por acompañarles, pero apostaba a que en ese momento pensaba que no el suficiente. El horrible ser, que ya había tomado tierra, se acercaba a él y parecía saborear el momento con sus ojos inexpresivos. Adiós Dustin.


Ni mucho menos. Cirus agarró fuerte la maza, miró a sus compañeros y se lanzó contra la araña gritando para apagar su miedo y evitar que el monstruo comenzara a masticar a Dustin. No sabía si sus compañeros le seguían, o si Yara sabría alguna vez qué había ocurrido con él en el Bosque de las Arañas. Sólo esperaba que, al menos, fuera digno de ser recibido por Vélex en la eternidad".



Saludos cordiales. Aquí comienza la andadura de este blog formado por unos amigos que disfrutamos
con el rol como medio para vernos algún fin de semana que otro para aparcar la verdadera aventura, la de la vida.
Pero no todo ha de ser trabajo, recibos, ir a la compra, mantener la casa o llevar el gato al veterinario. No. El rol es una medida para darnos un respiro, y en ello estamos.

Tras el 'parón' del verano hemos vuelto a la carga. Tras años sin sentarnos en una mesa de juego, los amigos de Aventuras de la Marca (editado por Holocubierta Ediciones) del Este hicieron acto de presencia con su juego bajo el brazo.

A., que había dejado el rol de lado, quedó entusiasmado por encontrarse con este 'remake' del juego que disfrutó en su infancia, mientras que en el caso de J. y B. (curiosa combinación) llevaban tiempo esperando volver a tirar dados. En el caso de Z., aunque el principio fue más por fidelidad a D., el que suscribe en estos momentos, finalmente se ha dejado llevar por el entusiasmo como el resto.

Esto es un blog de amigos. No somos expertos de nada, y sólo queremos compartir nuestras partidas con vosotros, con un poco de literatura en contadas ocasiones, como la de arriba, correspondiente a nuestra primera partida de la temporada, la cual dejamos a medias (una fan-aventura tomada del Codex de la Marca).


De hecho este blog está arrancando. Todo es temporal, y no nos marcamos metas, sólo disfrutar del día a día y sobre todo del rol.